martes, 26 de julio de 2016

Sumision al esposo

En el mundo de hoy, uno de los conceptos más difíciles de aceptar en la Palabra de Dios es la sumisión bíblica. La palabra “sumisión” no se limita sólo a las esposas:
  • Los cristianos deben someterse unos a otros:
    • Efesios 5:21: “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”
  • Los cristianos deben someterse a las autoridades:
    • Romanos 13:1: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.”
  • Los cristianos deben someterse a Dios:
    • Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”
Este concepto se encuentra con frecuencia en la Biblia. Pero en cada circunstancia, se requiere entrega. La sumisión no debe ser vista como fácil o que siempre sea conveniente. Más bien, es vista como un servicio a Dios. La palabra griega para “someterse/sujetarse”, es “jupotásso”, que significa, “subordinar”, o en forma deliberada, “obedecer”. Dios exhorta a las mujeres a seguir voluntariamente el liderazgo de sus maridos:
  • Efesios 5:22: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;”
  • 1ª Pedro 3:1: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,”
Una mujer se encuentra haciendo esto de forma activa; escoge colocarse a sí misma bajo el liderazgo, estando subordinada en una circunstancia o relación. El receptor no debe forzarla a ella.
Una esposa muestra sumisión a su esposo cuando ella le permite a él que tome el liderazgo en la relación. Su posición, como líder, es bíblica: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.” (1 Co 11:3). Sara, la esposa de Abraham, es un ejemplo de una mujer que sigue el liderazgo de su marido: “como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.” (1 P 3:6). Sara nunca ha sido confundida como a una mujer que se le permitió ser pisoteada. Note que Pedro afirma que Sara, no temió “ninguna amenaza”. Por lo tanto, la sumisión no debe ser confundida con la debilidad de una persona.
A las mujeres no se les ordena que se sometan a sus maridos porque Dios se asegura de que los hombres serán justos o amorosos. Cuando una mujer se somete a su esposo, realmente ella se está sometiendo a Dios:
  • Efesios 5:22: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;"
Por lo tanto, cuando una mujer se somete a su esposo no lo hace porque él merezca, desde la perspectiva humana, algún mérito. Ella se somete porque sabe que es agradable a su Señor, y que por derecho divino, Dios estableció al hombre como líder y una mujer deberá creer que Dios, es bueno. Ella también puede saber que nada escapa a la atención de Dios; y un hombre malo, tendrá que rendir cuentas de sus acciones.
Cuando una esposa se somete a su marido, ella no trata de quitarle su liderazgo. Desde el principio de los tiempos, la mujer ha tratado de quitarle al hombre su liderazgo; y con frecuencia, el hombre le ha cedido su liderazgo (Génesis 3). Algunos eruditos creen que Génesis 3:16 (“A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.”), se refiere al nuevo pecado, el cual llevó a Eva ha anular la jefatura de su esposo en el liderazgo, lo cual, ha continuado en la descendencia femenina. Las mujeres usan muchas tácticas para tratar de tomar el control del liderazgo, incluyendo la crítica, el engaño y la manipulación. Esto con frecuencia resulta en pecado y con consecuencias lamentables (Génesis 27). Cuando una mujer recurre a esas tácticas, ella, lo que está haciendo, es usurpar el buen diseño de Dios en el papel de la relación; por lo tanto, una esposa sumisa debe primeramente, aprender a confiar en la bondad de Dios y en Su soberanía.
Sin embargo, una esposa sumisa no está relegada a mantenerse ociosa esperando que sea el marido quien tome todas las decisiones de la familia. En un matrimonio saludable, el esposo y esposa trabajan como un equipo. Cuando una decisión no se puede acordar conjuntamente, el líder es quien la toma, sabiendo que él es el responsable delante de Dios por esa decisión. En esas circunstancias o en una decisión que debe ser tomada sólo por el marido, una esposa sumisa no excederá sus límites ofreciendo consejo. Ella debe hacerlo de una manera que muestre respeto a la posición que Dios le ha dado al hombre como cabeza de la familia. Una esposa sumisa ofrece también abundante ánimo, entendiendo que tomar decisiones es una responsabilidad pesada en los hombros de un hombre.
Algunas mujeres no están satisfechas con esto. Ellas quieran estar a cargo. Pero bíblicamente, el matrimonio no funciona de esa manera. La unidad requiere una estructura relacional. Este patrón lo vemos en otras relaciones. Pero la sumisión, nunca es una señal de valor. Jesús se sometió a la voluntad de Su Padre: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” (Mt 26:39). Sería una herejía decir que Jesús es de un menor valor que el Padre. Ellos son Uno y por lo tanto, Jesús no puede ser de menor valor. Su sumisión no tiene nada que ver con Su valor; esto, tiene que ver con Dios; con una estructura ordenada. Lo mismo es con el esposo y esposa.
Sumisión necesita humildad. También toma mucha oración y confianza en el Espíritu Santo. Lo mismo ocurre con el liderazgo piadoso. Las mujeres pueden mirar el ejemplo de Jesús y reflejar Su amor y sacrificio en la medida que escojan amorosamente al marido que Dios ha colocado en sus vidas

Versículos de la Biblia Matrimonio

Versículos de la Biblia : Matrimonio

(Génesis 2:21-24) Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre". 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.
(Mateo 19:3-6) Se acercaron a él algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo?». 4 Él respondió: «¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; 5 y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne? 6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido».
(Marcos 10:11-12) Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; 12 y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio».
(Marcos 12:24-25) Jesús les dijo: «¿No será que ustedes están equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en el cielo.
(Lucas 20:34-36) Jesús les respondió: «En este mundo los hombres y las mujeres se casan, 35 pero los que son juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casan. 36 Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y, al ser hijos de la resurrección, son hijos de Dios.
(Lucas 16:18) El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio, y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
(1 Corintios 11:27-29) Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor. 28 Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa; 29 porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.
(1 Corintios 7:10-11) A los casados, en cambio, les ordeno -y esto no es mandamiento mío, sino del Señor- que la esposa no se separe de su marido. 11 Si se separa, que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su esposo. Y que tampoco el marido abandone a su mujer.
(Efesios 5:21-33) Sean dóciles los unos a los otros por consideración a Cristo: 22 las mujeres a su marido, como si fuera el Señor, 23 porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo. 24 Así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres deben ser dóciles en todo a su marido. 25 Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, 26 para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, 27 porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. 28 Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. 29 Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, 30 por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. 31 Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Este es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia. 33 En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.
(Colosenses 3:18-21) Mujeres, sean dóciles a su marido, como corresponde a los discípulos del Señor. 19 Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la vida. 20 Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor. 21 Padres, no exasperen a sus hijos, para que ellos no se desanimen.
(Tito 2:4-5) enseñen a las jóvenes a amar a su marido y a sus hijos, 5 a ser modestas, castas, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con su marido. Así la Palabra de Dios no será objeto de blasfemia.
(Hebreos 13:4) Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros.
(1 Pedro 3:7) Los maridos, a su vez, comprendan que deben compartir su vida con un ser más débil, como es la mujer: trátenla con el respeto debido a coherederas de la gracia que da la Vida. De esa manera, nada será obstáculo para la oración.

Votos matrimoniales

Yo, NN, te recibo a ti, NN, como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Yo, NN, te recibo a ti, NN, como esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

hqttps://qwww.qaciprensa.com/Familia/liturgia.htm

sábado, 16 de julio de 2016

Tobias y Sara alejan al demonio de su matrimonio invocando a Dios

El libro entero de Tobías resulta una delicia en todos sus detalles. ¿Y el mensaje de esta narración?... Todo el libro no es más que una novela, inspirada por Dios, para decirnos con imágenes incomparables quiénes son los benditos del amor. ¡Benditos los misericordiosos como Tobit, que se compadecen de todos los que sufren, y los ayudan hasta dar la vida por ellos! ¡Benditos los que permanecen fieles a la ley de Dios, en medio de una sociedad pagana y paganizante, y no abandonan a su Dios, aunque todos lo nieguen o se escondan cobardemente! ¡Benditos esos matrimonios, en los cuales cuenta todavía Dios! Matrimonios que rezan, que guardan limpio el amor, y en los cuales el demonio no tiene nada que hacer, porque no se le deja ni un resquicio por el cual pueda meterse... Como lo vemos en el libro de Tobías, en el que cada detalle es un mensaje intencionado. Y son felices quienes los saben descifrar...

infidelidad que dice la biblia?

Es infiel aquel quien es desleal a su cónyuge. La infidelidad no se limita al acto de adulterio o a la fornicación… es infiel aquel que violenta el pacto de exclusividad, lealtad, honestidad y amor que hizo con su pareja el día que ambos se comprometieron poniendo a Dios como testigo. La Biblia nos dice en Mateo 5:27-28 “Ustedes han oído que fue dicho: “No cometerás adulterio”. 28 Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseos a una mujer, ya adulteró con ella en su corazón”.
Las excusas suelen ser muchas: me casé pero no con el amor de mi vida y luego de algún tiempo nos volvimos a encontrar… ¿será que Dios lo ha vuelto a poner en mi camino para que estemos juntos? O, mi pareja y yo ya no nos entendemos… sin embargo esta otra persona si me entiende y me ama y creo que estaría mejor con él (o ella) porque el amor verdadero es lo más importante. Y hasta hay quien piensa que, un coqueteo inocente no le hace daño a nadie, mas bien eleva la autoestima. Sin embargo Proverbios 2:12-19 nos exhorta a actuar en sabiduría ya que solo así nos veremos librados de “la mujer ajena, de la extraña de palabras seductoras que, olvidándose de su pacto con Dios abandona al compañero de su juventud… el que se enreda con ella no vuelve jamás, ni alcanza los senderos de la vida. Dicho de otra forma, el camino de la infidelidad siempre deja pérdidas… una vez allí, no hay vuelta atrás. Aunque el individuo se arrepienta y hasta sea restaurado, no podrá borrar sus acciones. Recuerde que, podemos elegir lo que hacemos mas no las consecuencias de nuestros actos.
El infiel miente, engaña, deshonra y muchas veces hasta fornica. En esta senda, su afrenta no es solo en contra de su cónyuge sino también es contra Dios. El que entra en este camino ve como empieza a menguar en todos los aspectos de su vida: en las finanzas, en su comunicación con Dios, en su comunicación con su cónyuge… ve como se rompe la confianza y el respeto en el seno familiar. Al clamar a Dios, encuentra que la comunicación con él se encuentra obstruida y deteriorada. La respuesta a este revés está en Malaquías 2:13-16 “Otra cosa que ustedes hacen es inundar de lágrimas el altar del Señor; lloran y se lamentan porque él ya no presta atención a sus ofrendas ni las acepta de sus manos con agrado. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
¿Cuál es la exhortación en este fragmento bíblico? “Guardaos en vuestro espíritu y no seáis desleales” Nuestro espíritu se refiere a nuestra vida misma, ya que esto puedo llevar a un individuo a perdición eterna. Es allí donde inicialmente debemos guardarnos. Debemos guardarnos de: conversaciones que nos lleven a acariciar y coquetear con el pecado; del intercambio de miradas seductoras que aunque parezcan inocentes, hablan por sí solas; de prestar nuestros oídos a los halagos constantes que alimentan nuestro ego.   Aunque todas estas cosas parezcan inocentes, bien nos dice Proverbios 6:28-29 “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? ¿Andará el hombre sobre sus brasas sin que sus pies se quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la tocare.”
Jacob conoció a Rebeca y se enamoró de ella. Podríamos decir que Rebeca era “el amor de su vida”. Cuando se vio casado con Lea, se sintió engañado y decidió luchar por ese amor. Alguno incluso podría decir que esta historia se parece a una de aquellas historias de amor que vemos en las telenovelas de hoy día. Sin embargo, la misma Palabra de Dios nos dice que, “por sus frutos los conoceréis”. ¿Cuál fue el fruto de esta famosa lucha por amor? No fue más que discordia, contienda y separación en el seno familiar. Y aunque Dios se acordó de Raquel y le permitió tener hijos, el cumplimiento de la promesa y el redentor del mundo, Jesús, salieron del vientre de Lea (Génesis 29 y 39). Independientemente de las circunstancias, ¿no podía Jacob regocijarse y aceptar la mujer que le había sido dada? ¿Acaso Dios no ve todas las cosas? El amor es una decisión.
Para finalizar, considere la exhortación de la Palabra de Dios en Salmos 5:18-20 “Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?

Comentarios:

Seudónimo:: INFIEL
País desde donde nos escribe:: GUATEMALA
Comentario o testimonio:: Tengo 11 años de casado y tengo 3 hijos.  Le fui infiel a mi esposa con mi secretaria, mi esposa lo descubrió y me saco de la casa, por lo que estuve viviendo con mis papas por 3 meses.  Me acepto de vuelta y ya llevamos 9 meses.  Sin embargo ella no me ha perdonado aun y entiendo que es un proceso, hay reproches, juicios, señalamientos que terminan en expresar su indignación e ira, recordándome todo lo que hice de mal, de maneras y palabras muy fuertes y con deseos de separacion y divorcio.  Hemos orado juntos y por separado, hemos leído la biblia juntos y por separado y asistimos juntos a la iglesia en familia, estoy determinado a luchar por mi esposa, la amo y he logrado entender lo importante que son ella y mis hijos para mi, cambie de trabajo, regreso temprano, tiene acceso a todas mis contraseñas de redes y correos, le pongo la atención que merece, la consiento, triste reconocerlo, pero me di cuenta de muchas cosas que antes no hacia con ella y para ella. Pero hay momentos en los que me desespero, quiero tirar todo por la borda, nada de lo que digo o hago la complacen, si quedo me quedo cayado, si hablo, si la dejo hablando sola, todo!. Definitivamente es consecuencia de mi pecado y a mis hijos les esta afectando.  Que mas debo hacer ?!?!?! si estamos buscando de Dios.
Respuesta a su consulta:
Ciertamente la infidelidad trae consecuencias de amplio espectro siendo víctimas no solo los cónyuges sino también los hijos e inclusive en muchas ocasiones, parientes cercanos e incluso amigos.
La buena noticia es que la Biblia dice que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justos para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1:9).  Iniciar una vida a cuentas con Dios y con los que nos rodean no es fácil pero trae resultados positivos a mediano, corto y largo plazo.  En tu caso a corto plazo seguramente has podido sentir un alivio al no tener ya más que llevar la carga de la mentira y la presión de pensar que tu esposa en algún momento te sorprenderá.  Aun cuando también hubo consecuencias en este corto plazo, también has podido ver la mano de Dios y su misericordia sobre tu vida al permitirte volver a tu hogar y tener la oportunidad de trabajar en la restauración de tu matrimonio.
A mediano plazo es en donde te encuentras ahora… aquí tienes la gran oportunidad de desarrollar tu carácter como hijo de Dios poniendo en práctica hábitos espirituales que te permitirán ver la mano de Dios actuar sobre ti y sobre tu casa.  En este punto es importante que empieces por tomar el lugar que como varón Dios espera que ocupes en tu hogar siendo no solo el líder sino también el sacerdote de tu casa.  Un sacerdote es el que toma la iniciativa para llamar a la familia a un devocional cada día siendo él quien toma la lectura de la Palabra y dirige la discusión en torno a lo leído.  Es también el sacerdote quien dirige la oración y permite que los demás miembros de la familia también presenten sus peticiones de oración para que todos, como familia, intercedan los unos por los otros tal y como lo dice Santiago 5:16 “Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros , y orad unos por otros para que seáis sanados . La oración eficaz del justo puede lograr mucho”.
Esta práctica también debes llevarla a cabo a solas en tu habitación con tu esposa entendiendo que su corazón aún no ha sido sanado y que esto es lo que ocasiona que afloren todas estas raíces de amargura.  Sin embargo, si persistes en tener este tiempo devocional con ella siempre incluyendo la lectura de la Biblia y la oración ten por seguro que poco a poco verás los frutos.  Recuerda que una vez sembrada la semilla esta debe germinar, crecer y madurar antes de dar frutos.  El iniciar este tiempo de intimidad con Dios en compañía de tu esposa es apenas la siembra de la semilla… el persistir en esta práctica con amor y paciencia es básicamente el tiempo en el que, como buen agricultor, riegas la tierra y cuidas de ella evitando que las alimañas y los bichos la ataquen malogrando su crecimiento… solo así verás frutos.  
Ciertamente en este tiempo de espera de los frutos te encontrarás con una que otra alimaña que atentará contra tu cosecha… y con esto nos referimos a los reclamos y tratos ásperos que te dará tu esposa, es en este momento que tendrás que recordar que tu lucha no es contra sangre ni carne (es decir tu esposa) sino contra principados, potestades y huestes espirituales (Efesios 6:12).  Si mantienes esto en mente no la verás a ella como la que te ataca y procura herirte sino que sabrás que esto viene de tu principal enemigo, el diablo, que utiliza tu error y pecado para atormentarte.  En esta línea, la Biblia nos dice que debemos someternos a Dios y resistir al diablo y que así él huirá de nosotros… y que si nos humillamos delante del Señor él nos exaltará (Santiago 4:7-10).  Someterte a Dios no es más que ser obediente a su Palabra solo esto te permitirá resistir todo lo que no venga de él… y solo así lo que no viene de Dios se irá.  
La carrera hacia el galardón incluye tropiezos, desgaste y muchos obstáculos pero hay que correr la carrera como lo hacía Pablo en Hebreos 12:1-13, primeramente despojándonos de todo peso y del pecado que nos asedia (esto ya lo hiciste) y luego corriendo con paciencia y poniendo nuestros ojos en Jesús el autor y consumador de la fe recordando que Jesús sufrió y se entregó por nosotros pasando por todo tipo de oprobios, ninguno comparado con alguna cosa que nosotros podamos sufrir.  Además este mismo pasaje nos dice que no debemos menospreciar la disciplina de Dios ya que el disciplina a todo aquel a quien recibe como hijo y que si soportamos la disciplina él nos trata como hijos pero que al final esta disciplina da frutos apacibles de justicia a los que en ella hayan sido ejercitados.
Estimado hermano, no desmaye… y si desmaya clame a Dios por fortaleza… clame de acuerdo a Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.  Recuerda que también su Palabra nos dice en Isaías 40:20-31 que Dios da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna… que los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas!!!  ESPERA AHORA EN JEHOVÁ Y BUSCA LAS FUERZAS EN ÉL… SOLO ASÍ PODRÁS CONTINUAR.
Procura la sanidad espiritual de tu esposa mostrándole INCANSABLEMENTE que eres capaz de dar frutos buenos.  Reaviva la llama del amor en su corazón trabajando cada día por hacerla sentir amada, esto desarrollará la confianza que se ha perdido.  Cuando ella haya desahogado su frustración a través de reclamos y comentarios ásperos acerca de lo sucedido permítele hacerlo y cuando ella haya terminado procura, después de algunas horas, abrazarla y pedirle perdón y luego dale un beso.  Esto no solo la ayudará a sanar sino que te ayudará a ti a perdonarte a ti mismo y a vencer el orgullo que despierta molestias en ti cada vez que esto sucede.  Abraza cada día a tus hijos y diles que los amas y que estás arrepentido por el mal que has hecho, esto hará que a largo plazo las heridas sean sanadas y que tu familia sea restaurada.  
Lo mejor de todo esto es que, a través de tu experiencia podrás exhortar a otros para que eviten caer en este pecado y/o para ayudarles a trabajar en la restauración de su hogar si ya han caído.  
Esperamos que esta respuesta sea de bendición para su vida.  Quedamos a su disposición para ampliar este tema si llega a necesitarlo o si desea tocar algún otro.
Bendiciones,
Respuesta Bíblica.com
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Seudónimo:: daniel
País desde donde nos escribe:: agentina
Comentario o testimonio:: hola fornique solo una vez y la verdad me siento con una culpa mortal conozco de dios pero me aparte  amo a mi mujer y familia ,debo contarle lo acontecido?nunca mas volvi a ver a la otra persona ,no hay ninguna posibilidad tenemos un buen matrimonio pero cai......
RESPUESTA:
Hola Daniel:
Su situación es difícil porque lo que nos cuenta de su infidelidad es algo que a muchas esposas le cuesta trabajo perdonar, y aunque con el tiempo lo hacen causa una situación de resquebrajamiento en la relación que restaurar no es fácil.
No obstante, hay una realidad y es que usted pecó contra Dios y contra su esposa y aunque usted diga que nunca más ha vuelto a ver a esa persona, nada le garantiza que en un futuro ella vuelva a aparecer y de una manera u otra su esposa se entere y siempre será mejor que se entere por usted y no a través de otra persona.  Usted dice que se siente con una culpa mortal, y eso significa que usted es consciente de su pecado y lo más probable es que si no  se lo confiesa a su esposa usted va a vivir toda su vida con esa culpa.  Por eso usted debe haber lo que es   correcto delante de Dios y de su esposa.  Por eso mi recomendación es que usted pueda hablar con su esposa y contarle lo que pasó y  busque su perdón.
Sin embargo, esta es una confesión que no es fácil de hacer ni de cualquier manera, por esto, le sugiero que primero que nada, usted se reconcilie con Dios ya que dice que conoce a Dios pero que se aparó de él, vuelva a Dios pídale perdón por haberse apartado de Él y por haber caído en adulterio.  Además pídale a Dios que le ayude a ponerse a cuenta con su esposa.  No se si su esposa será creyente, pero antes de poder confesarle su pecado, debe orarle a Dios que le muestre cuando es el mejor tiempo y oportunidad  para hablar con ella.  Pídale a Dios que le de sabiduría para hacerlo y recuerde que el día que lo haga, debe hacerlo con un espíritu humilde, un corazón contrito y dispuesto a soportar la reacción que su esposa tenga  con paciencia.  Dígale cuanto la ama y cuanto está dispuesto a hacer para no volver a faltarle y a ganarse su confianza.
Ella puede perdonar  pero es posible que volver a recuperar la confianza que tiene en usted no sea tan fácil.  En este tiempo en el cual celebramos el nacimiento de Jesús, es una buena oportunidad para reconciliarse con Dios y preparase en oración para que cuando el Señor le muestre el momento adecuado para hablar con su esposa esté listo para ello.  Si es necesario esperar que pasen estas fiestas navideñas sería bueno, para que sus hijos no tengan que sufrir cualquier situación difícil que set situación pueda producir entre ustedes, pero recuerde que la Bliblia dice que el que encubre su pecado no prosperará, pero el que lo confiesa y se aparta alcanzara misericordia.
Esperamos que esta respuesta sea de bendición para su vida.  Quedamos a su disposición para ventilar este o cualquier otro tema.
Bendiciones,
Pastora Xiomara de Gómez
Ministerio a las Familias: Levantémonos y Edifiquémonos
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Seudónimo:: Carito Crespita
País desde donde nos escribe:: Chile
Comentario o testimonio:: Yo engañe a mi esposo, con un compañero de trabajo. Quede embarazada (pero nose quine es el padre). Mi esposo me perdono y me dio una segunda oportunidad, el sabe lo de mi hijo, pero el sigue conmigo y dice que mi hijo es de el. Yo a la verdad estoy muy confundida, quiero estar con mi esposo, pero siento cosas por mi ex amante. Nose que hacer.
Respuesta a su consulta:
Hola Carito Crespita:
Nos comenta que no sabe que hacer con la situación que está atravesando por causa de su infidelidad.  Realmente, la infidelidad es un pecado que nos puede llevar a la perdida de nuestra familia y a una vergüenza pública que nos dolerá más adelante.  Usted comenta que su esposo la ha perdonado y aunque usted tiene dudas en cuanto a su hijo, el dice que es suyo.  Creo que esto es muy noble de su parte, no solo haberla perdonado sino aceptar al hijo sin saber ni estar seguro que sea de él.
Me comenta que  quiere estar con su esposo pero siente cosas por su ex amante.  En realidad usted después de haber reconocido que le falló a Dios y a su esposo y el le ha perdonado y está dispuesto a continuar su relación, no le queda otra opción no solo de haber terminado su relación con su amante sino también el dejar de acariciar los recuerdos de lo que esa experiencia infidelidad haya dejado en usted.  Por eso, debe tomar decisiones radicales y no negociar ni pensamientos, ni contactos telefónicos, ni whatsaps, ni e-mails ni ninguna forma de comunicación con esa persona, aunque el insista en buscarla y prometerle cualquier cosa que parezca emocionante.
Todo lo que no es lícito o correcto en nuestras vidas, si las hacemos tendremos que sufrir las consecuencias.  Orele a Dios para que le de fuerzas y para que nunca más pueda no solo acercarse ni ceder ante cualquier insistencia de esa persona o de sus deseos ni jamás vuelva a pasar por la experiencia de una infidelidad.
El matrimonio es un pacto que hacemos para toda la vida, y con él, nos comprometemos a sernos fieles el uno al otro y esto es algo que debemos cumplir toda la vida.  Si hemos descuidado nuestra relación conyugal y nos hemos distraído el uno del otro, es mejor que se sienten a conversar y a resolver sus diferencias o lo que haya hecho que esto suceda y resuelvan sus conflictos si existen y ha sido el causante de esta situación, no obstante, es importante decir que no hay razón que haga que una mujer le sea infiel a su esposo ni un esposo le sea infiel a su esposa.
Esfuercese por sacarse del corazón todo lo que le recuerde esa persona, comience a reconocer las cosas buenas que su esposo hace por usted y piense que puede restaurar su relación matrimonial y no afectar a la familia.   Dios le ayudará a lograr esta meta que no es negociable ya que su única opción es restaurar su relación con su esposo.
Bendiciones,
Pastora Xiomara de Gomez
Ministerio Levantémonos y Edifiquémonos
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Seudónimo:: MEDICO
País desde donde nos escribe:: MEXICO
Comentario o testimonio:: GRACIAS     SI MI HIJO LLEVA 11 AÑOS CON SU PAREJA NO ESTAN CASADOS IENEN 3 HIJOS   DESCUBRE INFIDELIDAD EN EL TELEFONO CELEULAR DE SU COMPAÑERA, SE PUEDE CONSIDERAR COMO TAL.......GRACIAS HERMANO  DIOS LE BENDIGA
Respuesta:
Apreciado amigo(a), la respuesta corta es que si se puede considerar como infidelidad mas no se puede llamar adulterio ya que el adulterio solo se puede dar si alguna de las partes está casada y su hijo y su pareja no lo están. Sin embargo la carencia de lealtad hacia alguien o algo o el quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral, en este caso, el faltar a la relación actual que no es más que precisamente esto, un compromiso moral, se constituye en infidelidad.
Inicialmente, el hecho de que su hijo haya sostenido una relación de tantos años y que no la haya legalizado delante de Dios ni de los hombres ya es un problema debido a todas las implicaciones legales que esto sugiere y ciertamente la Palabra de Dios nos dice en Romanos 13:1-6 que debemos someternos a las autoridades ya que estás han sido impuestas por Dios.   Basados en este último punto, en la mayoría de los países del mundo no es un delito tener vida conyugal sin que haya una contrato matrimonial de por medio, es decir el matrimonio por las leyes civiles. Al estar su hijo en una relación conyugal sin haberse casado optó por acogerse solamente a las leyes terrenales más no a las leyes de Dios.
Si la pareja inicial mantenía una relación conyugal en concubinato por elección propia y no por desconocimiento de las leyes de Dios y las del país en donde vive, entonces mal podemos moderar este tema si la pareja eligió vivir en pecado durante 11 años. Que uno de ellos juzgue al otro por haber sido desleal a la relación es ya un tema de apreciación individual mas no general a la luz de la Biblia.
Para Dios el matrimonio eclesiástico y/o el matrimonio bajo las leyes civiles sí es de suprema importancia y la ausencia del mismo propone la unión como una relación en la que ambos incurren en fornicación más aun si la pareja decide sostener esta condición por voluntad propia. Es algo complicado moderar el tema a la luz de la Biblia cuando la persona lleva un estilo de vida apartado de ella.
Sin embargo, si evaluamos la situación desde la óptica de la Palabra de Dios, de hecho, ambos estaban en pecado y uno agregó un pecado sobre uno ya vigente… sin embargo es importante señalar que para Dios pecado es pecado… no se clasifica por colores ni por tamaños… y la paga del pecado es la muerte espiritual (Romanos 6:23).
Estimado hermano, procure presentar a su hijo la Palabra de Dios dentro de este contexto… pero primeramente ore pidiéndole a Dios gracia y sabiduría y clamando a su Palabra que dice que “cuando conocemos la verdad, esta nos hace libres” (Juan 8:32). De este modo la verdad lo llevará hacia el arrepentimiento y la confesión de sus pecados delante de Dios. De este modo encontrará el perdón de sus pecados y la dirección para seguir por el camino que Dios tiene determinado para él.
Esperamos que esta respuesta pueda ser de bendición para su vida. Quedamos a su disposición para cualquier otra consulta relacionada con este u otro tema.
Bendiciones!!

miércoles, 6 de julio de 2016

Cada matrimonio está inscrito en el Libro del Cielo

Los lazos del matrimonio sacramental son sagrados, ¡sagrados! nadie puede romper los lazos de un matrimonio que se hizo ante Dios. Hoy se rompe con mucha facilidad este vínculo que Dios bendijo a través del sacerdote y que lo inscribió en el libro del Cielo. El matrimonio es un sacramento sagrado, porque el amor de los esposos, Dios lo bendice con la prole y le da a cada uno la gracia de estado para sobrellevar y soportar las cargas de dicho estado.

Hijos, Soy Jesús quien os habla y os digo que vais por caminos muy equivocados. Rompéis vuestros matrimonios sin sopesar los años que habéis convivido juntos, por el hecho, de que os habéis aburrido el uno del otro, porque estáis cansados ya de mirar siempre a la misma cara o al mismo cuerpo. Un sacramento no se puede tomar tan a la ligera, si os casáis por la Iglesia y lo hacéis como Yo mando, tenéis que manteneos unidos en toda clase de circunstancias, el matrimonio es algo muy serio como para que lo deshagáis así como así. Hay causas en las que Mi Santa Madre Iglesia permite la separación, pero son causas muy justificadas, no se puede romper un matrimonio con la facilidad que hoy lo rompéis, porque os pediré cuenta de todo ello.

Muchos de vosotros lleváis a vuestras espaldas varios matrimonios rotos y, no llegáis nunca a una estabilidad sentimental. Hijos ¿qué os pasa? Si no Me buscáis a Mí ¿como vais a encontrar el verdadero amor y la gracia para soportaros mutuamente vuestros defectos? Yo Soy la Vida, la Resurrección, Yo resucito matrimonios rotos y doy vida a lo que estaba muerto, pero tenéis que amarme y confiar en Mi, porque Yo lo puedo todo, hijos, todo lo puedo y, quien dio vida a un muerto como lo era Mi amigo Lázaro, puede hacer que un matrimonio roto vuelva a florecer como desde el primer día. Pero ¿creéis esto? ¿lo creéis?

Yo exigía para curar la fe en Mi, y en Mi poder de sanación, a vosotros os pido también para reconciliaros con vuestros esposos o esposas la fe en Mi, fe incondicional, fe sólida, fe a ciegas, si hijos si, Yo puedo hacer todo y deseo hacerlo, pero es necesario que Me lo pidáis y que insistáis en ello, porque Soy un Dios de amor, de mucho amor, y deseo demostraros Mi amor ardientemente.

Miradme a Mí crucificado, miradme clavado en Mi cruz, vosotros esposos y esposas debéis aguantaros mas, toleraros un poco mas, llevar vuestras cruces con más paciencia, porque Yo llevé la Mía hasta el final.


El matrimonio es un lazo indisoluble, hablo hijos míos, del matrimonio por la Iglesia, hecho en las debidas disposiciones, ese matrimonio es indisoluble y os pido, que en vuestros problemas, en vuestros desatinos, en vuestros tiras y aflojas, vengáis a Mi y Me pidáis ayuda, Yo Jesús os hablo.€

Dios no nos hizo para la Tierra sino para el Cielo

Los hijos de los hombres son los reyes de la Creación, Yo, Espíritu Divino, os hablo. Cuando Dios creó al hombre lo hizo a Su imagen y semejanza y le dotó de memoria, de inteligencia y de un alma inmortal. Ellos son seres que creados por Dios a Su imagen y semejanza estaban destinados a servir a Dios en estado de gracia, y después de pasar esta vida, transitarían a la otra y gozarían de Dios según sus méritos en esta vida. 

Pero el pecado que es el peor mal que existe todo lo malogró, y sometió al hombre a la humillación de tener que trabajar para comer y de estar en lucha siempre consigo mismo contra la concupiscencia que le ataca.

Cada persona que vive en pecado vive en una situación dolorosa, porque el pecado, no solo no da la felicidad sino que le va minando en el alma cada vez más la vocación para la que estaba hecho el hombre. Y el hombre busca en placeres terrenales una felicidad que nunca alcanzará, porque al crearlo Dios, no lo hizo para la tierra sino para el Cielo, y es así que cada vez que el hombre se apega más a la tierra y a sus cosas, deja de cumplir la misión para la que fue creado y su alta vocación de hijo de Dios.

Hijos de Dios, esforzaos por vivir en las leyes divinas, y los que ya las vivís, hacedlo con más perfección. Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto, porque cuanto más perfecto seáis, más estaréis cumpliendo los planes de Dios al crearos. 

El pecado fue introducido en el mundo por el Engañador de la almas, y por un solo pecado, todo el plan de la creación se derrumbó, y si bien Cristo lo restauró todo con Su Encarnación y Redención, no por eso las consecuencias del pecado se eliminaron, y de ahí, la batalla que cada día tenéis que librar contra el mal que os acecha, y contra el Tentador que vuelve a insistir para que perdáis los dones de Dios a cambio del pecado. Estos dones son la de ser hijos de Dios y la herencia del Cielo que toda criatura que cumpla los mandamientos y viva según las leyes de Dios y la ley natural, puede alcanzar la Vida Eterna para la que fue creado el hombre. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.